Un año y medio antes de casarnos ya teníamos algo claro: Oriol e Ivette debían tocar y cantar, respectivamente, en nuestra boda. Todo empezó el día que vimos un vídeo en Internet de Oriol tocando el piano e Ivette cantando una canción de Alicia Keys. Fue entonces cuando decidimos conocerles. Cuando visitamos las oficinas molonguis de Terrassa, conocimos a Oriol (pianista) y Júlia (producción). Ese día ya salimos convencidos de que íbamos a contratarles: esa energía, ganas de trabajar, entusiasmo, buen rollo, ganas de mostrarnos versiones de canciones que podían tocar y un largo etcétera, son requisitos que no todos los proveedores de boda cumplen. La seguridad que nos transmitieron nos permitió “despreocuparnos” desde el minuto 0 y no nos decepcionaron. La puesta en escena en Can Magí fue brutal y la calidad de la música excelente. Nuestros invitados quedaron muy encantados. De hecho unos novios que asistieron de invitados, les han contratado y nosotros estamos muy felices de poderles disfrutar de nuevo y mucho más relajados, jeje
¡Ah! Por último, una anécdota: En la iglesia también quisimos que tocaran y cantaran (en el Monestir de Sant Cugat). Ellos estaban “escondidos” detrás de una columna, por lo que muchos invitados no podían verles. Al finalizar, varios de ellos nos comentaron que en el momento de la entrada de la novia, cuando sonó ‘I have nothing’ de Whitney Houston creyeron que era la misma Whitney sonando en un reproductor. Pero no, era la música de Oriol y la voz de Ivette.
¡De verdad, unos verdaderos cracks!